31 de julio de 2009

¿Y en qué anda Pedro Caballero?

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Hoy a la mañana estuve con Pedro Caballero en su casa, porque hace unos cuantos días que no venía al museo.
Cuarentena por la gripe A, me dijo, el martes voy.
Después me contó sobre el estado de salud de sus gatos, me mostró las últimas novedades de su patio, y me dio tres libros para la biblioteca del museo:
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Después me preguntó :

¿y? ¿entró alguno más en estos días en la página de internet?
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28 de julio de 2009

Las llaves de Pedro Caballero (texto de Natalia Martirena)

Del post de Natalia Martirena en el que explica el proceso de trabajo en las obras de Teatro Documental transcribo aquí el fragmento referido a Pedro Caballero:

"Esta llave es mi escuela

El relato es lo primero. El relato, verbal, es en general estático. Pedro Caballero no se movía. El ensayo no iba más allá de la instancia de entrevista. Estábamos rodeados de herramientas que él había llevado al museo para donarlas, y las acomodaba sobre un carrito azul que luego llevaríamos a escena. Pedro interrumpía el relato de su infancia en Puerto Galván cada vez que levantaba una herramienta, la mostraba y me la ofrecía para que comprobara lo pesada que era. Mientras yo levantaba una llave inglesa, de las que Pedro supo utilizar en el Galpón White, para comprobar que efectivamente era muy pesada, me preguntaba qué relación había entre eso que Pedro estaba haciendo (acomodar y sopesar herramientas) y lo que seguía contando (una serie de recuerdos de su infancia) Entonces le pregunto ¿cuánto pesa un recuerdo? Y él me contesta: la escuela pesa como esta llave, el gallinero como esta tuerca. Ahí nació la escena en la que Pedro arma el mapa de Galván con herramientas del depósito. En ese mapa, la llave que me mostró esa mañana, es efectivamente la escuela. Ese relato, que en principio es verbal, empezó a moverse y a ocupar un lugar. Ahora bien, ese relato estático ¿guarda una historia previa de movimientos ya realizados? y el relato que empezamos a mover ¿repite esos movimientos previos o estamos inventando otros? Poco importa, lo que es seguro es que Pedro carga en su cuerpo el peso del relato, y desde ahí se reactiva el movimiento y la historia."



21 de julio de 2009

Pedro Caballero en "Contigo a la distancia", por Marcelo Díaz y Nicolás Testoni

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Pedro Caballero y su participación en la obra de teatro documental Archivo Caballero, que forma parte del proyecto Archivo White, parecen haberse convertido en foco de atención, en estos días, gracias a algunas afirmaciones publicadas en un artículo de la revista virtual Planta.

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En buena hora. Desde que lo conocimos a Pedro, intuimos que su participación en actividades del museo y en particular en el proyecto de teatro iba a poner en cuestión y generar nuevas categorías para la lectura, el análisis y la reflexión sobre nuestro trabajo. Así fue.

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Sin embargo, algunas observaciones formuladas en ese artículo sobre Pedro, y más en general sobre el proyecto Archivo White resultan, para empezar, extrañas. Ya subrayé algunos de esos equívocos en "Generalizaciones que matan", en este mismo blog..


Ahora, Marcelo Díaz y Nicolás Testoni analizan con todo detalle la sección del artículo referida a Archivo White, comentan los "cuestionamientos" de los autores del artículo, y hacen explícitos (nuevamente) algunas claves y fundamentos del proyecto Archivo White acá.


Las reflexiones, reacciones y discusión que generó esta respuesta se pueden leer en, Acción Literaria,

en Ría Revuelta y en el blog de Daniel Link

También opina en su blog Marina Yuszczuk


El 29 de julio Bianco y Campetella responden acá

E.

10 de julio de 2009

Generalizaciones que matan

(a propósito de una parte del texto firmado por Lucía Bianco y Luciano Campetella sobre la obra "Archivo Caballero", publicado en la revista Planta. Sobre la lectura que hacen los autores del susodicho artículo de la obra y del Proyecto Archivo White van a escribir otras personas)

¿Por qué Pedro Caballero junta cosas por ahí y arma con ellas "artefactos" en su patio?
¿Es una práctica de cirujeo? Es a causa de "su necesidad de compensar la escasez del salario juntando los restos de la producción multimillonaria de un puerto modelo para las reformas neoliberales de la década del 90"?

Pedro tiene su jubilación como ferroviario mecánico ajustador, y podemos dar fe de que a ninguno de los objetos de su patio les da una "utilidad" ni los revende, ni le sirven para suplir o reemplazar ningún elemento necesario para su vida cotidiana u obtener un ingreso extra para vivir.

¿Podemos considerar a Pedro Caballero, ex ferroviario, como si proviniera de un lugar social absolutamente "otro", como si un abismo nos separara a nosotros de él, como en un rígido sistema de castas? Cuando Pedro saluda, por ejemplo, al final de su obra, ¿se trata de "una catarsis, una reconciliación entre una clase social y otra"?

Lo acabo de decir, Pedro tiene su jubilación, obra social, va al teatro de saco y corbata a ver el ballet del sur, el patio de Pedro Caballero no es muy diferente del galpón de mi padre o de los galpones o patios de muchos nosotros, y ha leido muchos mas libros, ha pensado y es mucho más prudente que varios de los "intelectuales" que querrían conformar un exclusivo y excluyente "nosotros".

¿Podemos considerar a Pedro, o cada uno de nosotros sólo como "un producto social"?

Pedro elige vivir donde vive, cómo vive, elige no mirar televisión, elige comprarse el diario todos los días, elige viajar a Buenos Aires cuando tiene ganas, y elige pasar sus sábados a la mañana caminando por el parque de Mayo. Es verdad que a veces los márgenes de movimiento no son tan amplios como uno desearía, pero lo largo de su vida una persona, una familia puede hacer elecciones, tomar decisiones: la sociedad no es una máquina de fabricar personas standard normalizadas.

¿Es este un blog "personal"? ¿Son las "memorias" o "anécdotas pintorescas" de un ferroviario memorioso?

Si hay anécdotas, fotos, listas es para, a partir de ellos, pensar y repensar "la relación compleja entre las diversas prácticas de Caballero y su estrecha relación con la historia de los ferrocarriles en las últimas décadas."

Justamente, esa relación es compleja; el "relato mayor" en que esas prácticas pueden encontrar su explicación no se deja trazar tan fácilmente ni de modo tan lineal: si no, esta práctica de conversar con Pedro o con cualquier otro ferroviario o trabajador serviría solamente para encontrar "ejemplos", "ilustraciones" de una idea ya armada, ya establecida, a priorística de las personas, de la historia y de la sociedad. A veces esa particularidad, esa acción que no hubiéramos esperado nos permite entender y leer con más precisión y profundidad la "historia", si es que "la historia" se piensa de una única manera.

Pensar que el único motivo por el que una persona junta un ventilador roto es a consecuencia de un salario insuficiente por culpa de la economía neoliberal, que un obrero tiene ya prefigurados unos comportamientos condicionados por su proveniencia de clase, que las relaciones entre clases tienen unas reglas fijas, y que la consideración de cualquier instancia "particular" no es más que la referencia a un concepto "general" que necesariamente lo determina, es pensar y aseverar a partir de generalizaciones.

Las generalizaciones enceguecen al que generaliza y deduce a partir de ellas, porque le impiden ver y entender la complejidad de las relaciones sociales, que nunca son mecánicas.

Las generalizaciones engloban tal vez la mayor parte de los casos, pero desconocen la fisura, el quiebre y los espacios - a veces mínimos, invisibles- de resistencia.

No dejan ver, reducen, borran.

Sí, a veces, incluso, las generalizaciones matan.